domingo, 15 de mayo de 2016

CARAVAGGIO

Caravaggio


El naturalismo tenebrista.
Fue un rebelde, de vida muy tormentosa y carácter difícil. Debió  exiliarse de Roma por haber apuñalado a un hombre, se refugió en Malta, de donde también debió salir huyendo.  Perseguido y atacado por sus enemigos, murió en una playa al norte de Roma, cuando sólo contaba treinta y siete años de edad. 
Lo mismo que su vida, la actitud artística es de franca rebeldía. Fue un pintor revolucionario e innovador que inicia importantes conquistas de la pintura barroca:
  • El naturalismo que llega a la vulgaridad, a la “falta de decoro”, aunque el tema sea religioso.
  • El tratamiento expresivo de la luz: tenebrismo o luz de sótano.
  • Influye en los pintores barrocos españoles.

Baco




El lienzo de Baco es una de las obras más bellas del pintor italiano Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571 – 1610) más conocido simplemente como Caravaggio. El artista barroco es mundialmente conocido por su estilo naturalista y el tratamiento lumínico del tenebrismo, unos aspectos que en esta ocasión no se aprecian en este Baco ya que nos encontramos con una de sus primeras obras importantes.

Realizada en óleo sobre lienzo, algunos estudiosos datan la obra en torno a 1596 mientras que otros se inclinan por retrasar un par de años su datación, sobre 1598. Con todo lo que sí parece seguro es que Caravaggio realizaría la obra bajo el mecenazgo de uno de sus bienhechores más importantes, el cardenal Francesco María del Monte quién coleccionó un buen número de obras realizadas por el artista. El Cardenal del Monte encargaría este lienzo a Caravaggio con motivo de los desposorios de Cosme II de Médicis.

El artista italiano representa un dios joven y fornido que ataviado con una túnica blanca nos ofrece una copa de vino para unirnos a su celebración. La figura de Baco es de gran belleza y en ella se resaltan los aspectos andróginos que hacen del dios una encarnación de ambos géneros. Su cuerpo aparece cubierto por una fina túnica blanca que nos deja ver la parte derecha de su torso y un musculado brazo.
La cabeza está coronada por hojas de parra y uvas que hacen juego con el bodegón de frutas que aparece en la mesa dispuesta en primer plano; en ella también se ve una espumeante jarra con vino de la que el joven dios acaba de servir una copa para ofrecerla, con un gesto poco mañoso de su mano izquierda, al espectador.
Precisamente es esta incómoda postura del dios lo que ha suscitado la idea de que Caravaggio pudiera estar representando una imagen proyectada en un espejo. La encarnación rosada de las manos y el rostro de Baco nos indican su ligera embriaguez que contrastan con el resto de su piel blanquecina.
Pese a todo el artista no sólo busca plasmar una temática mitológica sino que la obra se presenta como un ejercicio de pericia y perfección compositiva. Abriendo la senda que después seguirán otros grandes artistas Caravaggio plantea una unificación temática en la que conjuga a la perfección el bodegón realista con la pintura mitológica.
La luz es aún manierista, ésta se disemina por toda la composición y está alejada de la tendencia tenebrista que el artista desarrollará en sus próximas obras. Así aunque este Baco es una de las primeras obras del artista italiano ya se aprecian en él las maneras de un gran genio; a la perfección técnica del lienzo debe unirse el complicado estudio iconográfico y la multitud de matices que aún los historiadores del arte siguen analizando. En este sentido cabe destacar algunos detalles como el hecho de que la cesta de fruta del primera plano esté repleta de frutas no comestibles o que en el cristal de la copa de Baco aparezca representado el propio Caravaggio.

La muerte de la Virgen

1605-1606

Óleo. Lienzo
Louvre. París
La obra fue la más escandalosa de la carrera de Caravaggio. El encargo provenía de la iglesia de Santa María della Scala, de Roma. Se consideró que el tratamiento de la divina figura de la Virgen era poco menos que herético por su falta de respeto. Se ha dicho que tomó como modelo a una mujer ahogada en el Tíber. Fue incomprendido y sus obras fueron rechazadas por muchos que no veían en ellas lo que pedía la contrarreforma. La intención de Caravaggio no era ofender a la Virgen, sino tratar el asunto con sencillez, con un profundo sentido religioso, pero desde lo humano. En resumen, representa el asunto religioso como si fuese un asunto cotidiano, rompiendo así con lo que hacían los otros pintores de su tiempo.
 Tan pronto fue rechazada, el embajador de la corte del duque de Mantua, que era nada menos que Rubens, la compró para su señor.
El claroscuro (el fuerte rayo de luz que ilumina en diagonal la escena), y el tratamiento desacralizado de la escena hacen de esta obra un claro exponente de las caracteríisticas de la pintura de Caravaggio. La luz cae con fuerza sobre el cuerpo inerte de María y sobre las cabezas de los apóstoles.
 Temática: María acaba de morir; Magdalena solloza junto a ella y los apóstoles inclinan sus cabezas mostrando dolor y respeto.
De cara al significado, aunque no tuvo discípulos directos, generó una corriente que se aleja del manierismo imperante en pos de nuevos principios naturalistasy lumínicos.
Su huella es evidente en grandes pintores come Rembrandt o Velazquez.

La conversión de San Pablo
1600-1601

Se encuentra en la iglesia de Santa María del Popolo formando parte de un conjunto encargado para una capilla privada  con otra obra de Caravaggio, La crucifixión de San Pedro.




San Pablo tendido en el suelo alza sus manos hacia el cielo, formando un semicírculo que ocupa la parte baja del cuadro, y que se continúa con el cuerpo del caballo que ocupa la parte superior. Fue rechazada por la falta de decoro al destacar fuertemente mediante la luz y la composición la grupa del caballo como si fuera lo más importante. 



Un sirviente sostiene al caballo. Las dosfiguras principales se encuentran en escorzo, con dos diagonales didtintas.
Las dos figuras son "excesivamente" grandes, casi se salen del lienzo (imaginad que el caballo levantase la cabeza). Esto contribujye a crear en el espectador la sensación de que se trata de un acontecimiento fugaz, no preparado, cual "instantánea fotográfica".
Rompe con la composición frontal tradicional.
La luz llega desde el ángulo superior izquierdo enfocada sobre San Pablo y penetrando con violencia, creando fuertes contrastes de luces y sombras, y quedando el fondo en la oscuridad (no se ve dónde se sitúa la escena ni si es de día o de noche).
Huye de composiciones grandiosas (como sí hará Rubens) y de detalles anecdóticos; y recurre a personajes populares, intentando acercar los pasajes religiosos a la realidad del especador (lo cual, como ya hemos dicho, se alejaba de el espíritu devoto que algunos pedían desde la contrarreforma).



Entierro de Cristo
1602-1604
Museos Vaticanos
Óleo sobre lienzo


El carácter escultórico de la obra de Miguel Ángel parece haberse transmitido a las figuras de este cuadro. Todo el grupo posee una rotunda monumentalidad por el volumen de las figuras. Elige un breve momento de la acción, casi a modo de instantánea, que concentra todo el movimiento y el dramatismo en el mismo segundo en que los discípulos van a alojar el cuerpo de su maestro en la tumba (de nuevo esa sensación de que se trata de una "instantánea fotográfica").  Este dramatismo aparece acentuado por los gestos expresivos de los discípulos y amigos de Jesús y por la luz tenebrista que ilumina el cuadro. También destacar el naturalismo con el que están tratados los personajes. La composición mediante diagonales y escorzos llena la escena de movimiento que se dirige hacia el espacio ocupado por el espectador como ya ocurría en el entierro del Conde de Orgaz de El Greco.

El cuerpo de Cristo posee el carácter escultórico de Miguel Ángel, con un perfecto estudio anatómico en el que músculos y venas se muestran a través de la piel.
Temáticamente, sólo el título del lienzo identifica al personaje con Cristo, ya que apenas se ven las marcas de la pasión, y nos muestra un cuerpo muerto sin ningún signo de divinidad.
El punto de vista del espectador es muy bajo, a la altura, más o menos, del foso en el que va a ser enterrado Cristo. De este modo se aumenta la potencia de los escorzos  y se monumentalizan las figuras.
Los personajes, como en las otras obras de Caravaggio, son populares y sencillos, sin elementos especiales que los distinga. Por ello, algunas personalidades destacadas de la curia romana protestaron diciendo que parecían más bien "bárbaros enterrando a su jefe muerto en combate".
Si lo comparamos con el Santo entierro de Rafael,
podemos ver las diferencias, puesto que Rafael concibe la escena como un desfile de formas bellas; nada que ver con Caravaggio, que llega incluso a reflejar la deformidad en los pies del discípulo que sostiene a Cristo.

Obra pues plenamente TENEBRISTA. Prescinde del fondo arquitectónico o del paisaje, colocando a las figuras sobre un fondo oscuro sobre el que se recortan los personajes fuertemente iluminados. 
  • El tratamiento desacralizado de los temas religiosos, como si fueran escenas de la vida cotidiana.
  • El claroscuro como elemento expresivo.
La influencia de Caravaggio, en mayor o menor medida, estará presente en casi todos los maestros del Barroco (Rubens, Rembrandt, Velázquez, Zurbarán...). Además, pintores como Rubens y otros muy posteriores en el tiempo como Gericault o Cezanne realizarán copias de esta obra de Caravaggio.
Este es el legado para la Historia de este pintor revolucionario.


  

La vocación de San Mateo
Comentada también en la Pág. 247 del libro de texto.
Mateo Contarelli, importante comerciante francés, compró para su gloria eterna la capilla Contarelli de la iglesia de San Luis de los Franceses en Roma con la intención de ser enterrado allí. Encargó un completo programa de pinturas y esculturas dedicadas al santo que le daba nombre: San Mateo.



De nuevo la luz es la que da estructura y fija la composición del lienzo. Así, tras la figura de Cristo que acaba de penetrar en la taberna brilla un potente foco de luz. La luz ha entrado en las tinieblas con Cristo y rasga el espacio diagonalmente para ir a buscar a la sorprendida figura de Mateo, que se echa para atrás y se señala a sí mismo dudando que sea a él a quien busca. El rayo de luz reproduce el gesto de Cristo, alargando de manera magistral su alcance y simbolismo. El rayo de luz externo que ilumina de forma violenta la escena, centra la atención del espectador por su desconocida procedencia.
La escenificación resulta poco acorde con el texto bíblico. Un compañero de Mateo, vestido como un caballero fanfarrón de la Roma que conocía tan bien Caravaggio, se obstina en no ver la llamada y cuenta con afán las monedas que acaban de recaudar.
Ejemplo significativo de la nueva pintura que surge con Caravaggio que rechaza los ideales clasicistas del manierismo y de la pintura decorativa barroca.



Cuando un cuadro se hace con toda una sala...



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