miércoles, 15 de febrero de 2023

PINTURA DEL CINQUECENTO: RAFAEL SANZIO

 Madonna del Gran Duque



 La bella jardinera






 La Escuela de Atenas


Aquí los otros frescos de las estancias



 El triunfo de Galatea


El ideal de belleza. A sus contemporáneos también les asombró el cambio de registro de Rafael. Su amigo Baldassare Castiglione fascinado por la perfección y desnudez de la ninfa le preguntó quién había sido su modelo, a lo que contestó el pintor: "para pintar una mujer bella, se deben ver muchas, pero teniendo en cuenta lo escasas que son, recurro al ideal de mujer que soy capaz de crear en mi imaginación". Y puede que en ese momento dijera la verdad... La idea que tenía Rafael de la belleza perfecta derivaba de la de Platón y se expresaba en los rasgos de casi todas las mujeres que representaba. En esta pintura, en concreto, decidió modificar ligeramente la figura  anterior de Santa Catalina de Alejandría. Lo extraño es que rompiera el tabú y la desnudara.

Rafael Sanzio. Comparación entre Santa Catalina de Alejandría (1508) y detalle de la ninfa Galatea (1511).

La obra permite ver también muchos otros cambios en la forma de pintar de Rafael, fruto del contacto con la obra de Miguel Ángel y con la de  los pintores venecianos que trabajaban en Roma en esos momentos:
  • El modelo humano se ha robustecido y tiende a los excesos musculares miguelangelescos en los tritones y en las ninfas. La ninfa es la que más nos recuerda la dulzura y delicadeza del Rafael florentino.
  • Sus posturas son forzadas creando la helicoidal típica o curva serpentinata creada con el contraposto de piernas-caderas-torso- brazos-cabeza- mirada.
  • El movimiento es otro de los protagonistas de la escena, rompiendo el estatismo con el que solía componer sus escenas Rafael. Los delfines saltan y todo el mundo marino se revuelve como en un torbellino girando en torno de Galatea.
  • La composición se mantiene equilibrada y simétrica  en torno a la ninfa, pero el cortejo tiende a romperla por su movimiento desenfrenado.
  • El colorido es fantástico. Rafael siempre destacó por un uso brillante del color, pero aquí la combinación es espectacular entre el azul mar y el rojo pompeyano de la capa. Los grutescos de las pilastras y el cortinaje que enmarcan la escena sirven para darle aún más la pátina de inspiración romana.

  • La moderada sensualidad que transmite la ninfa es comparable a la de la plácida Venus dormida de Giorgione (1507-1510).




Retrato de cardenal



 Retrato de Julio II



 Retrato de Baltasar Castiglione



 La Fornarina



La transfiguración



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