lunes, 20 de enero de 2020

8. El arte hispanomusulmán: características generales. La mezquita y el palacio. El arte mudéjar en Castilla y León.

ORÍGENES Y CONTEXTO HISTÓRICO (INTRODUCCIÓN)

Los primeros árabes eran politeístas y adoraban piedras sagradas, como la Piedra Negra, un meteorito conservado en el santuario de la Kaaba, en la ciudad de La Meca, y que perteneció a la tribu de Mahoma (571-632). Mientras hacía la ruta de La Meca a Jerusalén como caravanero, Mahoma, convencido de ser un profeta de Alá, decidió fundar una nueva religión, monoteísta como el cristianismo y revelada por el arcángel Gabriel, que se le aparecía durante sus meditaciones. Sus discípulos recogieron sus enseñanzas en el Corán, que significa “recitación”. Perseguido por los que le consideraban un impostor, Mahoma huyó de la Meca a Medina en el 622, episodio conocido como la Hégira (huida), y marca el inicio del calendario musulmán, pues en Medina Mahoma creó la primera comunidad musulmana. Tras la muerte del profeta, sus discípulos se expandieron por toda Arabia y por el norte de África, y establecieron la capital en Damasco.




En Hispania: A principios del siglo VII, tras la muerte del rey Vitiza, el reino visigodo, con capital en Toledo, quedó dividido en dos mitades: la ocupada por los partidarios de Akhila y la de los partidarios de Rodrigo. Los primeros pidieron ayuda a los musulmanes, que desembarcron en Gibraltar en el 711 bajo las órdenes del bereber Tarik, que venció a Rodrigo en la batalla de Guadalete. Se inició así la invasión musulmana que, en tan solo siete años, dominó la península Ibérica, a excepción de las zonas montañosas cantábricas y pirenaicas. La ocupación musulmana duró ocho siglos, hasta que en 1492 los Reyes Católicos tomaron Granada.
Al-Andalus es el nombre con el que se conoce el territorio islámico de la Península Ibérica durante la ocupación musulmana. Se islamizó y adoptó las costumbres musulmanas. En lo cultural, el pueblo árabe aportó avances en todos los campos de la ciencia: astronomía, geografía, ingeniería…, y fundó escuelas importantes en las mezquitas.
Desde el primer momento de la invasión musulmana, comenzó la resistencia de los visigodos, que acabó formando un núcleo importante en las montañas asturianas a partir del cual comenzó la “reconquista” cristiana. En la lucha contra los musulmanes se configuraron cinco reinos cristianos: Castilla, León, Navarra, Aragón y Portugal. En los cerca de ocho siglos que duró el período de la reconquista, en todos los reinos cristianos se desarrollaron el arte románico y el gótico. En los territorios reconquistados continuó presente la huella musulmana a través de un estilo artístico que se desarrolló en paralelo con el románico y el gótico: el arte mudéjar.


LOCALIZACIÓN Y EVOLUCIÓN ARTÍSTICA

Los dominios geográficos del arte islámico se extienden por el Próximo Oriente, por una gran parte de Asia, por África y por la Península Ibérica. En este último, que es el que ahora nos interesa, el arte islámico comprende la época de dominio musulmán (711-1492), concretamente desde el 755, año en que el emirato de Córdoba se independizó de Damasco. Desde ese momento distinguimos tres etapas:

1.       La época Omeya y Califal (755-1030)). El arte evolucionó bajo la influencia de los estilos artísticos anteriores y culminó en la época califal (siglo X),  con soluciones técnico artísticas muy bellas y complejas, como las arquerías y bóvedas de nervios de la mezquita de Córdoba.

2.       La época Almohade (1153-1212). En esta época se impulsó una arquitectura más austera y sobria, que potenciaba la estructura arquitectónica, pero que no descuidaba la decoración ornamental.


3.       La época Nazarí (1238-1492). Se definió con un lenguaje artístico propio excepcional, con una gran riqueza decorativa en el interior de los edificios, que disimulaba la pobreza de los materiales utilizados en la construcción.


INFLUENCIAS ARTÍSTICAS

La mayoría de los árabes eran nómadas y no tenían una tradición arquitectónica propia. Por ello el arte musulmán recogió el sustrato artístico y constructivo de las civilizaciones precedentes. La arquitectura islámica empezó asumiendo como propias algunas de las características constructivas  del arte romano, como el uso de columnas, el arco de medio punto y las dovelas de colores. El arte bizantino aportó la utilización de bóvedas y cúpulas para cubrir los edificios, y del Próximo Oriente se tomó el arco apuntado y el arco lobulado. Además, el característico arco de herradura fue adoptado del mundo visigodo.


INFLUENCIAS RELIGIOSAS

No se puede separar el arte musulmán de lo religioso, pues el Islam rige todos los aspectos de la vida del musulmán, tanto los sociales, como los culturales. Por ello dentro de las artes del Islam, será la arquitectura la que tenga más importancia. Tanto la escultura, casi inexistente, como la pintura o el mosaico fueron siempre artes aplicadas al terreno ornamental, para recubrir las superficies con ricas decoraciones abstractas, ya que el Islam no es partidario de la reproducción de seres vivos, sobretodo de seres humanos. En esta decoración artística podemos destacar cuatro tipos de ornamentación:
1)      La geométrica, también llamada lacería.
2)      La vegetal o de ataurique, formada por hojas pequeñas que pueden ser simples o dobles.
3)      La arabesca, motivos decorativos que enlazan figuras vegetales y líneas geométricas.
4)      Y la caligráfica, formada por textos religiosos realizados en letra que puede ser de dos tipos: cúfica 


(originaria de la ciudad irakí de Kufa, es geométrica y monumental) o nasjí (cursiva y más decorativa).


En el ámbito decorativo también son característicos los mocárabes, prismas colocados en posición vertical, que cuelgan del techo, como si fuesen estalactitas que embellecen numerosas cúpulas y bóvedas.



 Como elementos ornamentales, se utilizan las baldosas de cerámica de múltiples formas y tamaños, decoradas y barnizadas.


Pasamos a hablar de las CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA ARQUITECTURA MUSULMANA:
Podemos distinguir cinco características técnico-constructivas fundamentales:
1.       Los materiales preferentes en la construcción son el ladrillo y la madera.
2.       Es frecuente el uso de cúpulas y bóvedas en la cobertura de los edificios; los más destacados son la bóveda nervada, la bóveda de mocárabes de yeso y la cúpula gallonada.
3.       Se emplean pilares y columnas como elementos de sostén, normalmente delgados, pues no tienen que soportar techos muy pesados.
4.       Se utiliza el arco de herradura en la mayoría de las obras, además de los arcos de medio punto, apuntados y polilobulados.
5.       La decoración exterior es muy austera en contraposición con la rica y variada decoración interior, realizada fundamentalmente a base de yeso, cerámica, mármos, madera y algunos otros materiales.

La arquitectura islámica se divide, básicamente en dos tipos de construcciones: de carácter religioso y de uso civil.


ARQUITECTURA RELIGIOSA

El edificio más representativo es la mezquita, lugar creado por la necesidad de realizar la oración colectiva. Su origen constructivo está en la basílica romana y paleocristiana, pero algunas también están influidas por las bizantinas, adoptando la planta central. Aunque lo más frecuente es la planta rectangular, en la cual diferenciamos dos zonas:
A)     La sala de oración (haram). Dividida en numerosas naves perpendiculares al muro (quibla), orientado a La Meca, en el cual se abre una hornacina llamada mihrab. Cerca de este espacio se encuentra el púlpito (mimbar) para dirigir la oración. En algunas mezquitas, como en la mezquita de Córdoba, existe un espacio enrejado, llamado maqsura, que separa al soberano del resto de los asistentes.
B)      El patio (shan). Porticado y descubierto. En él se sitúa el alminar, desde el que se llama a la oración y la fuente de las abluciones, en la que los fieles deben lavarse (purificarse) antes de acceder al recinto interior.





Entre las mezquitas de gran valor artístico, destacamos la de Damasco (Siria), la de La Roca o de Omar (Jerusalén), la de Kairuán (Túnez) y, sobre todo, la mezquita de Córdoba, de grandes dimensiones y enorme riqueza decorativa (comentada en el siguiente post).

Mezquita de Damasco



Mezquita de la Roca




Mezquita de Kairuan





 Mezquita de Córdoba


ARQUITECTURA CIVIL


Entre las construcciones civiles destacan las de carácter defensivo, como la alcazaba, edificio militar que, además, tenía funciones de carácter civil administrativo.
Destacamos en segundo lugar las fortalezas o castillos, que servían para defenderse del ataque de los enemigos y aprovechaban al máximo las irregularidades del terreno.
 Y el otro tipo de edificio civil es el PALACIO:
 Habitualmente estaban poco ornamentados por fuera, pero que por dentro, como residencia de soberanos y príncipes, estaban profusamente decorados, para expresar así la importancia de sus moradores, que intentarían dejar admirados a los visitantes. Estos conjuntos arquitectónicos, tanto por las dimensiones, como por la complejidad y diversidad de espacios, llegan a ser verdaderas ciudades, como el palacio de Medina Al-Zahara, de Córdoba.



Actualmente se conserva uno de los bellos salones del palacio califal, estructurado en cinco naves precedidas por un pórtico. La riqueza decorativa se despliega en los mármoles blancos grises y rosados de las columnas y en el exquisito recubrimiento floral y geométrico de los paramentos (Un paramento es cada una de las caras de todo elemento constructivo vertical, como paredes o lienzos de muros).




Las columnas articulan ya un lenguaje propio: añaden decoración y epigrafía en las basas; potencian el cromatismo de los fustes y exhiben un gran trabajo de labra en los capiteles. El capitel califal cordobés no oculta las reminiscencias del capitel romano compuesto, con la unión de hojas de acanto y volutas jónicas, aunque lo enriquece con la filigrana surgida de la técnica del trépano.




Los palacios, de dimensiones variadas, suelen estar divididos en dos partes, una dedicada a la vida pública y otra dedicada a la vida privada. Las numerosas dependencias del palacio se distribuyen alrededor de un patio interior, como sucede en el palacio-castillo de la Aljafería de Zaragoza, 



y a menudo disponen de bellos jardines donde el agua tiene una importancia primordial. Los mejores ejemplos son  la Alhambra de Granada (comentada en otro post más abajo) y el palacio del Generalife, al norte de la Alhambra, caracterizados por una gran belleza interior en la que se conjugan con una armonía excepcional el arte y la naturaleza.






El conjunto palatino solía quedar cerrado en un recinto amurallado. Tanto estas fortificaciones como las murallas se componen generalmente de una serie de altas torres con merlones dentados y notables puertas de acceso, normalmente abovedadas.

Zona amurallada y con torres de la Alhambra

En el ámbito de la Península Ibérica también cabe citar los baños públicos, que se situaban principalmente en centros urbanos cerca de los mercados y de las mezquitas. Tienen su origen en las termas romanas y constan de una sala de entrada o vestíbulo y tres salas destinadas a baños de diferentes temperaturas. Los baños árabes, sin embardo, no tienen sólo una función higiénica, sino también ritual.



EL ARTE MUDÉJAR
El término mudéjar deriva del árabe mudayyan, que significa “aquel a quien ha sido permitido quedarse”. Artísticamente es el nombre con el que se conoce a las obras, principalmente arquitectónicas, que se desarrollan en los reinos cristianos e incorporan influencias, elementos y materiales característicos del estilo hispanomusulmán.
Esta fusión permite reconocer en un mismo edificio mudéjar elementos característicos propios de la arquitectura románica y gótica, como el arco de medio punto y el arco apuntado, y soluciones arquitectónicas islámicas, como el arco de herradura y los arcos lobulados.
En cuanto a materiales, en el arte mudéjar  es característico el empleo del ladrillo (mampostería), el yeso y la madera; el ladrillo es fundamental en la construcción de muros y pilares, y el yeso y la madera son utilizados más para la decoración. Además, la madera se utiliza para las cubiertas, que siguen el modelo de aljarfes árabes (techos planos de madera decorados).
Cronológicamente, el arte mudéjar abarca desde el siglo XI hasta el XVI, y su evolución se divide en dos etapas claramente diferenciadas por la influencia del arte cristiano, con lo que hay que hablar románico-mudéjar y gótico-mudéjar.
Geográficamente abarca una gran diversidad de territorio en la Península Ibérica, lo cual se explica básicamente debido al fenómeno de la reconquista. En este largo período de recuperación lenta del territorio musulmán por parte de los cristianos, se van estableciendo diferentes centros o focos regionales que dan lugar a diferentes estilos, entre los que podemos destacar:
a)      Mudéjar castellanoleonés, en el que predomina el románico mudejar.
b)      Mudéjar toledano, modelo de la mezcla de elementos arquitectónicos cristianos y almohades que a partir del siglo XIII se extendió por toda la península.
c)       Mudéjar aragonés, caracterizado por una abundante decoración.
d)      Mudéjar andaluz, en el que se hace evidente el rico lenguaje ornamental nazarí.
Nos centramos ahora en el MUDÉJAR EN CASTILLA Y LEÓN.

El Románico-mudéjar se desarrolla en Castilla y León entre los siglos XI y XII sobre edificios de trazo románico (ábsides semicirculares, arcos de medio punto y cubiertas de madera).
El uso del ladrillo como material constructivo ha hecho que este estilo sea conocido como “románico del ladrillo”.
Otra característica del románico mudéjar de Castilla y León es la escasa ornamentación exterior, que se limita prácticamente a la utilización de arquitos ciegos. Las torres castellanas se distinguen claramente por su sencillez. Destaca la zona leonesa de Sahagún (Pincha aquí).
Iglesias destacadas:

-          San Tirso en Sahagún.
Es un edificio religioso, ya sin culto, construido en el siglo XII que figura entre lo más representativo del arte románico-mudéjar leonés, que tuvo en Sahagún, hito del Camino de Santiago, su núcleo originario. Puede considerarse a San Tirso, de hecho, la iglesia prototipo que sirvió de ejemplo para edificaciones posteriores en la misma Sahagún, como puede apreciarse en la Iglesia de San Lorenzo, su gemela tipológica, y en las provincias de ZamoraValladolidÁvila y Segovia.
-          San Lorenzo, en Sahagún
Es uno de los mejores ejemplos de iglesia mudéjar de carácter híbrido, con elementos románicos, góticos y musulmanes. Al contrario que su hermana la Iglesia de San Tirso también de Sahagún, San Lorenzo está construida enteramente en ladrillo. En el exterior observamos la cabecera de la iglesia con el triple ábside y, sobre el tramo central, destaca su torre de cuatro pisos de planta rectangular
-          La Lugareja en Arévalo. 
La ermita de la Lugareja o iglesia de Santa María de Gómez Román es una ermita situada a las afueras de la población abulense de Arévalo, considerada uno de los más destacados monumentos del mudéjar. Construida en el siglo XII, el edificio que se conserva fue la cabecera de la iglesia del convento cisterciense de Santa María de Gómez Román. Cuenta con un ábside triple decorado con una serie de arcos. Sobre el crucero se encuentra un cimborrio, decorado en la parte exterior por una serie de siete arcos de ladrillo en cada fachada.
-          En la ciudad de Salamanca tenemos La iglesia de Santiago del Arrabal 


es un ubicada a las orillas del Tormes. Pese a su origen románico-mudejar, debido a las reformas que se hicieron en el siglo XVIII el interior muestra un estilo barroco. El interior posee tres ábsides.


 (El tema puede completarse  ampliando un poco los contenidos referentes a algunas de las obras más importantes que comentaremos aparte de cara a la parte práctica en las siguientes entradas del blog)



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